sábado, 13 de junio de 2009

cerámica Suro, diálogo y producción

John Baldessari, Mike Bouchet, Stefan Brüggemann, Miguel Calderón, Liz Craft, Marcel Dzama, Mario García Torres, Thomas Glassford, Gonzalo Lebrija, Jorge Pardo, Adam Pendleton, Yutaka Sone, Valeska Soares, Luis Miguel Suro, Pablo Vargas Lugo, Joep Van Lieshout, Erik Wesley

Curador: Leonardo Ramírez

Apoyo curatorial: Susana Rodríguez

Texto: Baudelio Lara

Del 26 de marzo al 17 de mayo de 2009

Galería Jesús Gallardo planta baja, planta alta y sala blanco y negro

Pedro Moreno esquina Hermanos Aldama

León Guanajuato, Centro Histórico





Cerámica Suro. Diálogo y producción

Partamos de una acción simple: la compra de una artesanía. Todos podemos admitir que las artesanías que adquirimos de manera relativamente sencilla en el tianguis o en la calle constituyen la imagen paradigmática de lo popular y, en general, de las tradiciones que compartimos. Sin embargo, esta visión idílica no es del todo precisa. Desde hace mucho tiempo, los objetos artesanales y, por extensión, la producción de la que son parte, han asumido (por razones simples de sobrevivencia) las formas económicas de cualquier otra mercancía. Ciertamente, en un ritmo manual más lento, y con distinciones que muchas veces responden más al azar que a la creatividad, han entrado más o menos en la lógica de la producción en serie, y se han alejado de los usos tradicionales y directos, domésticos y cotidianos, en la medida en que están destinados a un consumidor diferente del productor individual o comunitario.

Tanto en términos funcionales como estéticos y tecnológicos, siempre ha habido una mezcla entre los oficios ancestrales y las prácticas innovadoras: lo nuevo necesariamente se combina con lo viejo, es más, se alimenta de él transformando sus estructuras, apropiándose de sus formas o resignificando sus funciones y sus usos. No otra cosa sucedió en el discurso fundante del arte moderno de principios del siglo veinte, cuando las vanguardias históricas fueron al “encuentro” del arte primitivo y sustrajeron sin prejuicios del capital estético de las civilizaciones no europeas.

Sostenida bajo el principio de la mezcla y el collage, la posmodernidad ha avanzado en este tema en la misma dirección. Nociones que antaño eran valiosas en el contexto del arte moderno, como las de estilo, género, originalidad y virtuosismo técnico, han perdido sentido o, más propiamente dicho, han adoptado nuevas resignificaciones. Siendo fieles a este programa general, los artistas contemporáneos han cambiado de actitud, lo que los obliga a hacer explícita esta relación entre tradición y novedad, logrando con ello en muchos casos difuminar sus límites. El principio del “todo vale” que enarboló el posmodernismo implica también que el artista puede utilizar cualquier elemento que considere pertinente para una obra; lo nuevo puede asociarse con lo viejo, lo artesanal con las nuevas técnicas, lo conceptual puede tomar cuerpo en las formas tradicionales.

Este fenómeno de mixtura pudo apreciarse en el escenario del arte contemporáneo de Guadalajara en la década de los noventas, cuando varios centros de producción se convirtieron en vehículos mediadores entre algunos procesos artesanales y las obras de artistas contemporáneos reconocidos internacionalmente. Cerámica Contemporánea Noe Suro ocupa un lugar destacado en esta tendencia. La fábrica, fundada en 1951 por Noe Suro Olivares en Tlaquepaque, Jalisco, se encuentra en una locación aledaña a la zona metropolitana de Guadalajara que tiene una larga y extensa tradición en la producción artesanal. Originalmente --en un vocación que todavía conserva--, la labor del taller estuvo orientada a la manufactura, comercialización y exportación de artículos decorativos para la industria de restaurantes y hoteles con productos como vajillas, lámparas, conjuntos de accesorios y un extenso catálogo en cerámica de alta temperatura.

Animado por la evolución de la sensibilidad artística que se perfiló en el panorama local a principios de los noventa, y en buena medida protagonista él mismo de esos cambios, José Noe Suro, su actual director, desplegó una intensa labor de promoción y producción de objetos y proyectos de arte contemporáneo que tuvo como centro de operaciones la fábrica de cerámica. En 1993 comenzó a trabajar de manera regular con artistas destacados de la escena nacional e internacional en el contexto de un programa flexible que estaba orientado por sus personales gustos e intereses y que constituía en la práctica una extensión de otra de sus pasiones: el coleccionismo. “Yo coleccionaba obras de arte contemporáneo hechas por mis amigos, y ellos, con el correr del tiempo, me fueron pidiendo hacer las piezas en el taller de mis padres o que los trabajadores les hicieran trabajos”.

Más de 15 años después, su iniciativa ha ampliado su cobertura y alcances, ya que no se ha limitado a la producción de piezas de cerámica, sino que, aprovechando la rica variedad de talleres que hay en la zona, ha realizado proyectos artísticos específicos utilizando materiales tan diversos como el bronce, el aluminio, el vidrio soplado, la madera, el acero, la fibra de vidrio y la pintura automotiva. La vinculación que establece Suro con los proyectos no ha perdido su carácter personal. El taller no está abierto a cualquier autor, sino solamente a “aquellos que me resultan interesantes, no importa si tienen 20 ó 50 años”.

En este periodo, más de 60 artistas mexicanos y extranjeros han confiado sus proyectos a Cerámica Suro. Entre ellos, se encuentran nombres como los de Yutaka Sone, Marcel Dzama, Fiona Banner, Jorge Pardo, Jason Rhoades, Jim Lambie, Liam Gillick, Eduardo Sarabia, Miguel Calderón, Thomas Glassford, Eric Wesley, Phillipe Parreno, John Baldessai, James Turrell, Liz Craft y Joep van Lieshout, entre otros. El taller también ha colaborado en proyectos con el Dia Center for the Arts, la Whitney Biennial y la Vienna Secesión y con galerías privadas como David Zwirner, Casey Kaplan, 1301PE y NeugerRiemschneider. Diversas piezas han sido exhibidas en museos como el Guggenheim y el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Ya sea que el artista elegido decida entrar a la cocina del taller para elaborar personalmente sus piezas, o ya sea que éstas sean producidas por los artesanos siguiendo sus instrucciones, el catálogo con que cuenta actualmente Cerámica Suro constituye sin duda uno de los más importantes acervos de arte contemporáneo en el país.

Baudelio Lara





Imágenes de la exposición

























































Síntesis biográfica de los artistas





John Baldesari

(National City, California USA, 1931)





Artista estadounidense que hacia finales de los años cincuenta abandona la pintura, conservando el “cuadro” como soporte, siendo su fascinación por las teorías del lenguaje lo que le conduzca a otorgar prioridad al concepto sobre la imagen. De 1959 a 1968 realiza “cuadros” en los que únicamente se representa un texto (Pinturas narrativas), o imágenes fotográficas que quedan reveladas sobre tela emulsionada. En ellas explora la mirada a través del nuevo enfoque, composición y recorte que da a sus imágenes, de acuerdo a estructuras semiológicas, uniendo secuencias visuales junto a palabras en principio inconexas, pero que sugiren al espectador alusiones a la realidad, siempre con gran carga irónica. Poco a poco abandona su fascinación por el lenguaje, retomando en la imagen la prioridad dada al concepto, lo que supone una vuelta al arte conceptual. Profesor del California Institute of the Arts, centro desde el que influye en varias generaciones de artistas y desde el que inculca su talante desmitificador, su modestia ante las cosas y su fina intuición para ver más allá de los esquemas preconcebidos en torno a las imágenes y al lenguaje.

En su permanente cuestionamiento, Baldessari ha llegado a repudiar hasta límites insospechados anteriores etapas suyas. Hace 20 años, en 1969, este pintor tomó toda su obra de un período anterior y se fue con ella bajo el brazo a un crematorio donde ordenó que fuera incinerada. No contento sólo con esto, recogió las cenizas que quedaban de años de trabajo, las metió en una urna y sobre ella pusó una inscripción en la que rezaba: "John Baldessari, 1957-1965". Fue una de las crisis más devastadoras que Baldessari había vivido en su trayectoria profesional. Se deshizo de todo tipo de objetos materiales de aquella época, cambió de estudio, de casa. Según él, después de aquello vino el renacimiento: "Quería repensar qué era el arte, ya que lo había repudiado tal y como se enseñaba, y llegué a la conclusión de que el arte era cualquier cosa que yo quisiera, siempre y cuando consiguiera que alguien se lo creyera".








Mike Bouchet

(Castro Valley, California USA, 1970)









Mike Bouchet trabaja de una manera tradicional utilizando las técnicas que un oficio otorga, realizando modificaciones de los objetos que son parte de nuestra vida cotidiana. Su trabajo usualmente es un atentado en contra de la forma original de un objeto, realizando cambios ilógicos en su estructura base e insertando el contenido sutilmente en la propia fabricación de una nueva estructura semántica.

Bouchet exhibe deliberadamente los “defectos” de sus obras generando una serie de estímulos que permiten la identificación inmediata de la carga irónica de la pieza, ayudando a plantear pruebas ilógicas o a tratar de resolver falsas hipótesis. Las piezas en este sentido pueden ser presentadas en un número indefinido de configuraciones.

“Considero que la parte mas importante de mi trabajo artístico esta en un nivel de relaciones absurdas, sobre todo por la manera en las que el mundo las recibe”.






Stefan Brüggemann

(Ciudad de México, 1975)




Stefan Brüggemann es un joven artista que trabaja en una extensa variedad de técnicas artísticas. Su obra se presenta constantemente en las ciudades de Londres y México. Es uno de los artistas jóvenes que han llamado la atención por su trabajo, en el que por cierto, su intervención en la realización manual es mínima. Su sencillez no esconde las cargas de profundidad que hay tras cada una de sus propuestas. Ejemplos son sus cajas de nada (nothing boxes) y sus apuntes (notes), pero también sus microtextos y los letreros luminosos como: Esto no debería estar aquí (This is not supose to be here), encontrándose en el límite del lenguaje y de la imagen.

Sus obras critican fuertemente a la industria del arte contemporáneo y a la sociedad actual.

“El lenguaje es tan sólo un material (como el óleo o el acrílico) que utilizo; soy libre de escoger el que mejor me sirva”.






Miguel Calderón

(Ciudad de México, 1971)









Hurgar en la naturaleza humana es uno de los principales intereses de Miguel Calderón, fundador del desaparecido espacio La Panadería, el prefiere pensar en imágenes o situaciones imposibles, y materializarlas, funciona como un agudo observador de las situaciones que considera "extrañas" y las “traduce” al lenguaje común:

"Mi trabajo tiene que ver con cosas fuera de lo común, son situaciones o imágenes casi imposibles, extrañas, diferentes y que hago posibles", explica el creador.

No es sencillo situar la obra de Miguel Calderón, porque precisamente se trata de un artista que a cada paso crea desconcierto. Cuando uno cree haber encontrado el mecanismo que hace funcionar cada una de sus piezas se encuentra con que debe volver a comenzar, enfrentar de nuevo la risa, el desparpajo, el cinismo con el que Calderón reitera lo que pocos deseamos saber: que detrás de cada obra de arte no existe sino un inmenso vacío y una cloaca de sentido.

Miguel Calderón es un artista de video, fotografías e instalaciones cuyo trabajo ha sido exhibido en diversos espacios en México y el extranjero, incluyendo el Museo Rufino Tamayo, La Panadería, y la Galería Diego Rivera en la Ciudad de México; el San Francisco Art Institute; y el Museo Solomon R. Guggenheim en Nueva York. Calderón también es curador y crítico de arte. Tiene una Licenciatura en Bellas Artes por el San Francisco Art Institute








Liz Craft

(Los Ángeles , California, USA. 1973)













Liz Craft es una artista que vive y trabaja en Los Ángeles, donde realiza trabajos escultóricos de grandes dimensiones, sus piezas comparten una importante preocupación por la diversidad de la contracultura de la década de los años sesenta, como los movimientos hippie, biker o el new age que florecieron en su estado natal, California. Es la cultura de la liberación de sus padres. Hay en su trabajo cierto sentido del humor y nostalgia, mezclado con un extraño sentimiento de pérdida de una generación más joven, decepcionada por el fracaso de los ideales sesenteros.

Liz Craft trabaja con una gran variedad de materiales incluidos el poliuretano, la fibra de vidrio, el bronce, la cerámica y las artesanías en madera, donde representa objetos reconocibles o criaturas en inusuales y exageradas posturas.

Liz Craft fue seleccionada para participar en la edición 2004 de la Bienal del Whitney.






Marcel Dzama

(Winipeg , Manitoba, Canadá. 1974)













Marcel Dzama tiene siempre un cuaderno en la mesita de noche para anotar las ideas que le surgen con el sueño. “De día, dibujo”, dice, “pero las ideas se me ocurren de noche.” Los dibujos, pinturas, música, vídeo y esculturas se originan en su mente cuando duerme —en un mundo poblado de niños-murciélagos, vampiros, damiselas afligidas, osos perplejos, árboles que andan, cowboys descarnados o personajes decapitados, suceden en escenarios mundanos y fantásticos al mismo tiempo, por ejemplo, un grupo de hombres vestidos en tonos pardos disparan al cielo a un grupo indefinido de animales, murciélagos, gatos, perros, osos, como si toda esta fauna viviera permanentemente arriba de nosotros y cazarlos fuera solo levantar la vista y disparar.

Algunas de las criaturas fantásticas de Dzama han sido rescatadas intactas de los cuadros de el Bosco; su interés en la espontaneidad colectiva tiene claras reminiscencias al movimiento Fluxus. El ingenio que subraya en sus imágenes más violentas tiene resonancias de Burns; en los trazos gruesos y marcados así como en la representación de estilo cómic que nos recuerda tanto a PiL como a Capitán América.

Dzama también es conocido por proporcionar dibujos para la creación de portadas de discos como: The Else de They Might Be Giants, Guero de Beck y Reconstruction Site de The Weakerthans

Winnipeg es una pequeña ciudad de Canadá, conocida por sus gélidos inviernos. En esta ciudad, bloqueada por la nieve, Marcel Dzama, junto con otros artistas, amigos y hasta con familiares, fundó The Royal Art Lodge, una pequeña comunidad de artistas. Así, en una ciudad aparentemente alejada de la capitalidad artística y sus centros de poder, se formó un microcontexto de trabajo en arte, del que la obra de Marcel Dzama es fruto



Mario García Torres

(Monclova, Coahuila,1975)





En un plazo de poco más de cinco años, el artista mexicano Mario García Torres ha desarrollado una intensa labor académica, curatorial y editorial, al tiempo que se situó en el panorama internacional con su presencia en la pasada Bienal de Venecia.

Ha sido un artista seleccionado por el curador Robert Storr para realizar una exposición individual en el Stedelijk Museum de Amsterdam y obtuvo el premio Cartier en el año 2007, de la misma manera ha presentado su trabajo en la Feria Londinense Frieze. En España participó en el proyecto de la también artista Filipa Ramos Clearly Invisible, en el Centro de Arte Santa Mónica de Barcelona, y una de sus piezas se proyectó en el ciclo Una noche en el museo (o lo que vio Betty Boop), del MNCARS.

Sus mas recientes piezas se ha ceñido a un importante impulso donde han predominado sus ideas en torno al mundo del arte y su historia más o menos reciente.







Thomas Glasford

(Laredo, Texas, USA.1963)













Formado en la Universidad de Texas, llegó a México en 1990, integrándose de inmediato en el ámbito del arte emergente mexicano. Sus primeros paisajes, hechos de material deleznable, como papel industrial, piel acharolada, plástico, etc., no propiamente enmarcados sino estirados mediante un dispositivo de tensores metálicos industriales, incorporaban elementos insólitos como cremalleras, hebillas, broches, como en una paráfrasis del arte povera. Ello pareció marcar su trayectoria posterior en la que iba a manejar toda suerte de objetos y materiales de producción industrial en una especie de crítica velada al minimalismo.


En autogoles, dispuso espejos murales susceptibles de incorporar al público a la obra a la vez que en un vídeo él mismo se contemplaba en el espejo y lo besaba, para denunciar el narcisismo del artista. Sus piezas en tres dimensiones se sitúan entre una simbología fría e inquietante y un erotismo voluptuoso. Ha presentado tanto piezas antisépticas y metálicas, como otras que denuncian una preocupación que pone de relieve la línea curva, las superficies redondeadas y los volúmenes esféricos.

Thomas Glassford reside actualmente en la ciudad de México. Ha presentado su obra individualmente en los museos de Arte Contemporáneo de Oaxaca y el Museo de Monterrey, además de en galerías y ferias de arte internacionales. Su participación ha sido destacada en muestras colectivas como Erógena (Museo de Arte Carrillo Gil, México y Stedelijk Museum voor Aktuelle Kunst, Gent, 2000), InSite 97 (San Diego-Tijuana), Así está la cosa. Instalación y arte objeto en América Latina (Centro Cultural Arte Contemporáneo, ciudad de México 1997), Colección (MEIAC, Badajoz 1995) y la 5ª Bienal de La Habana (1994).





Gonzalo Lebrija

(Ciudad de México. 1972)












Las obras de Gonzalo Lebrija poseen siempre cierto carácter de representación teatral. Sus fotografías y piezas tridimensionales son el resultado de acciones que involucran, de manera real o simulada, la noción de lo épico o al menos, en la aventura o el arrojo. El elegante y sobrio manejo formal de sus imágenes disimula la fuerte carga emocional que las impregna.

Los acabados tersos y lustrosos, las composiciones sintéticas y rigurosamente equilibradas, imprimen a sus fotografías una suerte de displicente distancia, como la que es propia de un dandy que no se permite ningún tipo de concesión sentimental. Con todo, bajo esta fría superficie, corre impetuosa la afirmación de que aún es posible comprender acciones de desafiante individualidad como las que alguna vez, en un pasado mítico, realizaron seres que dejaron sus marcas en el tiempo.





Jorge Pardo

(La habana, Cuba. 1963)








Conocido por las intervenciones espaciales en centros de arte, como la que realizó en la planta baja del Dia Center de Nueva York, o también por sus objetos de diseño artístico -lámparas, papeles pintados, mesas, otomanes etc., Jorge Pardo es un artista clave de la presente generación de los artistas que están siempre en los límites de la arquitectura, el diseño interior y el arte. Los elementos arquitectónicos tales como paredes, sitios para sentarse, la iluminación y las soluciones de movilidad, se combinan con elementos ‘artísticos’ como murales, cristal de colores y esculturas para crear espacios habitables y elegantes. Combina la estética modernista y el dogma “la forma sigue a la función”, con gran sensibilidad en lo que se refiere al color, a los materiales y a las texturas, creando esculturas aerodinámicas y ambientes construidos que evidencian su marca personal.

Nacido en La Habana y establecido en California, Pardo ha sido a menudo requerido para “curar” espacios poco confortables creados por el hecho de intervenir aquello que nos rodea. El artista observa cuidadosamente los espacios no utilizados aportando soluciones arquitectónicas sutiles pero muy eficientes. Por ejemplo, fue invitado para ofrecer una renovación estética y utilitaria del vestíbulo, la librería y la galería de la primera planta del Dia Centre de Nueva York. Allí, Pardo creó un diseño exuberante para los casi 900m2 de vestíbulo y el espacio de la primera planta, reconsiderando la experiencia del público al facilitar la circulación e incrementar el confort del visitante. Otorgó a esta planta baja, luz natural y refractada mediante tejas cerámicas, en una vivificante combinación cromática de azules cielo, amarillos mostaza y varios tonos de verdes.

Sus obras se suelen exhibirse, sin embargo, en entornos igualmente mínimos, los famosos white cubes (cubos blancos), que es la estética arquitectónica que domina en la mayoría de galerías y museos de arte contemporáneo. La opción de Pardo rompe con esta visión en un intento de averiguar hasta qué punto estas obras se pueden leer en otros contextos, al plantear una nueva mirada más actual de las mismas desde la estética de hoy, cuestionando el hecho de que se dé que el arte contemporáneo tiene que colocarse en estas cajas blancas.




Adam Pendleton

(Richmond , VIrgina, USA. 1980)





Adam Pendleton es un artista, escritor e intérprete que desarrolla sus piezas en base a una visión híbrida y multidisciplinaria. Su proyectos se ubican en espacios dinámicos localizados en medio de una primera persona y las experiencias históricas de una tercera persona.

A menudo utiliza la serigrafía, con un complicado uso de textos e imágenes, para la fabricación de sus obras. Por ejemplo, en uno de sus proyectos recientes, as History and BAM SPLIT LAB, reúne diversas referencias políticas y de la historia del arte con una selección de textos de escritores avant-garde y de él mismo como artista. Usando de manera libérrima las referencias y las citas, hace caso omiso entre las jerarquías de las fuentes citadas, pretende crear una perpetua y deshistorizada tensión del presente, que perturba y desequilibra las interpretaciones subjetivas de la historia y la cultura

Pendleton fundó en el año 2005 el Lab Pendleton una especie de think tank de la investigación documental, el arte y el diseño y publica el LAB MAG, revista experimental que recopila y reseña el trabajo de artistas, arquitectos, escritores y diseñadores.






Yutaka Sone

(Shizuoka, Japón. 1965)









El artista de origen japonés Yutaka Sone, tiene una proclividad por las cosas imposibles y paradójicas. En su trabajo se pueden observar constantemente una combinación de diversión, naturaleza artificial y tecnología de ciencia ficción confesándose al mismo tiempo un profundo admirador del paisaje. En sus piezas demuestra un especial interés en el lenguaje y la narrativa de una idea utópica. Las islas son un tema recurrente en su trabajo desde donde toma señales y signos. En ese sentido el trabajo de Yutaka es inquietante.

Actualmente vive y trabaja en Tokyo. Realizó estudios de Bellas Artes en la Tokyo Geijutsu University hasta 1988, y arquitectura, en la misma universidad, hasta 1992. Sus performances y videoinstalaciones tratan siempre del enfrentamiento dialéctico entre lo público y lo privado, el individuo y la ciudad, lo excepcional y lo cotidiano, utilizando la ficción de los medios visuales y la escenificación que se aproxima a lo aparentemente real, uno podría decir que él busca el entretenimiento de lo artificial.

Ha participado con su serie Birthday Party en el Sculpture Projects de Münster de 1997; en el P.S.1 Contemporary Art Center de Long Island City, Nueva York, en la muestra Loop; entre sus exposiciones individuales destaca la realizada en el MOCA de Los Ángeles, en el Hiroshima City Contemporary Art Museum y en centros y galerías privadas de Japón.







Valeska Soares

(Bello horizonte, Brasil. 1957)











Valeska Soares transforma el espacio a través de instalaciones de gran delicadeza plástica en las que se vale de materiales perecederos como la cera, las flores, el cristal o el perfume, asuntos de un mundo íntimo y femenino, metáforas de la fragilidad de lo superfluo. Su obra puede encuadrarse en una tradición heredera del minimal y del arte conceptual. No obstante, se distancia de estas tendencias en el protagonismo que concede a la sensualidad y a los sentidos. Los reflejos –el espejo aparece frecuentemente en sus instalaciones- y los olores –en forma de flores, aceites o perfumes- son dos constantes en su obra y funcionan como vehículos de la nostalgia, el deseo y la memoria. Entre sus obras pueden mencionarse Vanish point, compuesta por tanques de acero llenos de perfume; Sem título (Preserva), formada por rosas secas envueltas en algodón; o las camas de cristal de Fainting Couch. Entre sus individuales cabe destacar la del Museu de Arte da Pampulha de Belo Horizonte, Brasil (2002). Ha participado en la IV Bienal de La Habana, Cuba (1991) y en la XXII y XXIV Bienal Internacional de São Paulo. Dentro de sus exposiciones colectivas podemos nombrar “7XAR”, Museu de Arte Moderna, Río de Janeiro (1991); “Panorama”, Museu de Arte Moderna São Paulo (1991); You Are Here, Royal College of Art, Londres (1997); “Desde el Cuerpo: Alegorias de lo Feminino”, Museu de Bellas Artes, Caracas (1998); “A Vuelta con los Sentidos”, Casa de América, Madrid (1999).

Soares es graduada en Arquitectura por la Universidad de Santa Úrsula en Río de Janeiro con una especialización en Historia del Arte y Arquitectura por la PUC-RJ. Master de Arte en el Pratt Institute de Nueva York, y es Doctora en Artes Plásticas por la New York University






Luis Miguel Suro

(Guadalajara, Jalisco. 1972 -2004)













La producción artística de Luis Miguel Suro ha sido una de las más interesantes de su generación en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Su obra, con una importante visibilidad en el mundo del arte contemporáneo, ha sido contemplada y exhibida en numerosas exposiciones nacionales e internacionales.

Su trabajo está ligado a una larga tradición familiar y a la producción artesanal. Gracias a esta circunstancia, ha realizado una extensa serie de objetos “traducidos”, en tamaño y composición original, a cerámicas de proporciones desmesuradas con signos completamente opuestos al del significado original del objeto, marcando un interesante nuevo campo de lectura.

De la misma manera, fabricó un conjunto de esculturas que no son otra cosa que copias en aluminio de empaques y aparatos de uso doméstico, que suele ser fabricados en unicel. Al ser vaciados en metal, no solo revierten su ligereza de origen, sino que adquieren, con la “formalidad” del material usado, una cierta dosis de ironía.

Por otra parte, Luis Miguel Suro se permitió un gesto de condena al mal gusto imperante en los fraccionamientos de clase media, con pretensiones que contaminan con contrahechuras de pacotilla el paisaje urbano. Este desahogo no exento de humor se manifiesta en el video “Concepto espacial, 2002” actualmente exhibido en la exposición: Recursos incontrolables y otros desplazamientos naturales, en el nuevo Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM, MUAC.

Para esta exposición presentamos tres piezas que hacen un comentario crítico a algunos objetos de consumo nacional (Tacos dorados) a premios pidiendo clemencia (oscar) y a la higiene en proporciones notables (Q.tips de la muy reconocida serie plagios cotidianos).







Pablo Vargas Lugo

(México, D.F. 1968)








Dibujante y artista tridimensional desde los inicios de su carrera, Vargas Lugo pertenece al grupo de creadores que en los principios de la pasada década de los noventa optaron por las estéticas neoconceptuales. Integrante en esos años del proyecto alternativo denominado Temístocles 44.

Pablo Vargas Lugo está más interesado en la mirada de la imagen que en su contenido, el artista atrapa la versión gráfica de referencias cotidianas --entre las que se cuentan visiones urbanas, tecnológicas, vegetales o provenientes de la historia del arte-- convirtiendo a la imagen en un signo apto para dibujarse y, posteriormente, decantarse hasta convertirse en caprichosas formas o contundentes presencias tridimensionales que evocan, lúdica y lejanamente, sin significar, al signo original.

Con un concepto centrado en el azar como efecto -parecen obras espontáneas pero no lo son--, en la escenificación como discurso -presentan como realidad una versión distinta del significado original de la imagen--, y en la ambigüedad entre la manufactura artesanal y artística como propuesta visual, el creador atrapa la mirada a través de enigmáticos collages de papel calado sobre papel, cajas de luz y objetos-instalaciones, los cuales, esconden bajo la atracción de sus formas y colores, la complejidad de su conceptualización.

Pablo Vargas Lugo pertenece a un grupo de artistas mexicanos que han logrado una sólida internacionalización. Con numerosas exposiciones en museos, ferias y galerías de varias partes del mundo, Su trabajo se distingue por una particular discreción que coincide con la silenciosa agudeza de sus propuestas.






Joep Van Lieshout

(Ravenstein, Holanda. 1963)













Artista holandés, diplomado por la Academy of Modern Art de Rotterdam (1985), y la Villa Arson (Niza, 1987). Funda el Atelier van Lieshout (AVL) en Rotterdam en 1995. AVL trabaja en los campos del arte, el diseño y la arquitectura. Fabricando librerías, mesas, sillas estandarizadas, cocinas equipadas y cuartos de baño. La producción de estos equipamientos es rápida, económica y de edición limitada. A las afueras de Rotterdam, el grupo realiza un desarrollo habitacional en una "comuna" llamada AVL Ville, una especie de "cuartel para terroristas", una suerte de set cinematográfico para ser habitado por los integrantes del Atelier. Rotterdam es una ciudad con una tradición importante en cuanto a vivienda de interés social. Van Lieshout retoma esta tradición y la convierte en una propuesta escultórica, más que arquitectónica, que ironiza sobre las aspiraciones utópicas de la modernidad..."

Entre las producciones más conocidas de AVL se encuentran sus caravanas, frecuentemente cargadas de alusiones sexuales. En 2001, AVL realiza AVL-Ville, un “estado” libre en el puerto de Rótterdam dotado de su propia bandera, su propia moneda, su propia constitución y sus propias instalaciones (unidades de alojamiento y de trabajo, granja, sistema de purificación de agua, hospital, restaurante, destilería…). Recientemente, AVL ha abierto el primer “export-product” de AVL-Ville, en el parque Middelheim de Amberes: “AVL Franchise Unit”. “Sportopia”, otra experiencia de AVL, fue presentada en Lyon Francia en 2003. Este original prototipo de escultura para el ocio invitaba a los participantes a “alcanzar sus obsesiones deportivas” y a “practicar, sin límites, una amplia gama de placeres carnales”. Atelier Van Lieshout está presente en numerosas colecciones públicas y privadas (MOMA, Nueva York; Walker Art Center, Mineapolis; MAC, Marsella; FNAC, Paris; FRAC Rhône-Alpes; Stedelijk Museum, Ámsterdam; Centre d’Arts Plastiques, Rotterdam), y ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas, así como en la Bienal de Valencia de 2003.





Erick Wesley

(Los Angeles , California. 1973)





Erick Wesley basa su trabajo en su experiencia con los medios de comunicación, realiza esculturas, pinturas, dibujos y modelos arquitectónicos así como propuestas de obras públicas, en donde utiliza materiales deleznables para convertirlos en ideas y piezas con gran sentido del humor.

Gran parte de su obra proviene de una extraña y paradójica doble moral, que viene de la fascinación y al mismo tiempo el malestar que le produce el “American way of life”.

Wesley tiene interés en los sistemas de producción y en la forma en la que estos son integrados a un sistema complejo de valores. Estos bienes podrían ser descritos como una reacción a la conducta subordinada que mantiene el sistema económico. El artista protesta con sus piezas por que no puede cambiar el curso normal de los acontecimientos. Sólo, si acaso , suscitar algunos problemas






Fotografías documentales: Miho Hagino

Diseño de hoja de Sala: Dirección de comunicación del Instituto Cultural de León

Publicación disponible en la librería de la galería Jesús Gallardo.

Diseño de Museografía: Leonardo Ramírez y Edmundo Castro

Agradecemos la invaluable colaboración de José Noe Suro y su equipo de trabajadores, así como la entusiasta participación de Rubén Méndez y Baudelio Lara.