lunes, 2 de octubre de 2017

75° Color


75° Color
Taller  y colección de serigrafías de Arturo Negrete
Curador: Jorge Ortega del Campo

Del 21 de mayo al 16 de agosto de 2015

Galería Jesús Gallardo
Planta baja
Pedro Moreno 202,
esquina Hermanos Aldama
León, Guanajuato
México.




Cuando se imprime en serigrafía en cuatricromía, cada color debe tener cierta inclinación para evitar que las tintas se encimen. El color negro y el amarillo deben imprimirse a 75° u 82.5°. 75° también es la inclinación adecuada del rasero al momento de imprimir y es ésta la que da su nombre al taller cuyo trabajo, aunque sea una pequeña muestra, vemos en esta exposición 75° Color es el taller de Arturo Negrete que fue fundado hace poco mas de 30 años, en 1984, por el diseñador Jaliciense Rafael López Castro, quien fuera alumno de La Esmeralda y miembro del Grupo Madero bajo la dirección de Vicente Rojo en la importantísima, para la historia de las artes gráficas y diseño gráfico mexicano, Imprenta Madero.

El taller 75° Color es uno de los ejemplos de la excelencia técnica en serigrafía. No sólo domina la impresión en grandes formatos, sino que también es fácil encontrar entre sus proyectos ejemplares de perfecta impresión en decenas de tintas (hasta 40) y maravillosas impresiones en selección de color.

Un buen taller no se dirige solo. Arturo Negrete no solamente es uno de los serigrafístas más experimentados y diestros en el ámbito nacional sino que se ha encargado de mantener viva y difundir la impresión serigráfica entre las nuevas generaciones de creadores. Se hizo merecedor de un reconocimiento del Museo Franz Mayer en 2011 por su aporte a la cultura del cartel social y cultural. También se ha ocupado en generar un gran interés entre ilustradores, diseñadores y artistas mexicanos y visitantes –sobre  todo los más jóvenes–, con dinámicas que actualmente son muy conocidas en el medio, por ejemplo, el Taller en Vida, donde artistas como Dhear, Saner, Dr. Alderete, Raúl Urias o José Quintero han podido convivir directamente con los asistentes que se acercan al taller con la intención de adquirir una de sus obras. Arturo Negrete también ha colaborado en la producción de obra de grandes autores como Vicente Rojo, Germán Montalvo, Alberto Castro Leñero, Félix Beltrán, Pedro Coronel entre muchos otros. Es además un ser humano entrañable según mi propia opinión y la de muchos de los que han tenido la oportunidad de trabajar y convivir con él.

Arturo Negrete y su taller 75° Color se han convertido en una especie de faro para una muy interesante y amplia comunidad de creativos. Su trabajo ha sido reseñado en multitud de revistas de arte y diseño y ha sido expuesto en numerosos recintos del país. Se han convertido desde hace tiempo una pieza clave de la actividad cultural de la ciudad de México.

Como creativo, espero pronto poder hacer una obra lo suficientemente buena para pedirle que me la imprima. 

Jorge Ortega del Campo
curador
México, D. F. 






















































































































Arturo Negrete 
Es uno de los impresores más reconocidos en toda la república, no sólo por su larga trayectoria sino también porque ese mismo tiempo que ha estado dentro del medio le ha permitido mejorar la calidad de su trabajo hasta hacerlo impecable y muy similar a lo que podría ser la perfección dentro de la impresión. Pasión, respeto y convicción por no detenerse, son algunas de las muchas cualidades que el oficio de la serigrafía nos enseña, y en 75º Color parecen ser una ley de vida. Como parte de “La entrevista de la semana” les damos nuestra última entrega.

1. ¿Cuál es la verdadera historia de uno de los talleres más viejos e importantes de México?

El taller tiene 27 años, primero empecé imprimiendo tarjetas, playeras, etc. Afortunadamente tuve el placer de conocer a artistas importantes en la Imprenta Madero donde se imprimía más arte. Yo comencé a imprimir cartel informativo con un estilo más artístico. Pasaron los años y con mucho esfuerzo empezamos a darle a la serigrafía en cartel tamaño grande. Me di cuenta que pasaron 12 años y yo aprendí serigrafía, por tanto trabajo diferente de mucha gente. Pasaron otros 12-14 años y yo me di cuenta que había ajustado mi oficio, siempre pensando que soy únicamente impresor y respetando el trabajo de los demás. Aunque me pregunten mi opinión personal yo no me involucro, sólo imprimo el diseño que me piden con todo el gusto del mundo.

2. ¿Cómo surgió el proyecto de “Taller en vida”?

Tantos años como impresor tomé la elección de ayudar a la gráfica mexicana y decidí nombrar a mi taller 75º Color, posteriormente nació Taller en vida. Es un proyecto para que los jóvenes que vienen hagan una impresión en vivo, yo abro las puertas para que la gente conozca el taller y vea lo que pueden hacer para apoyar a la gráfica mexicana. Aunque cuando yo hago ese tipo de impresiones cuesta dinero, en vez de cobrar la entrada al taller hacemos como un acuerdo, en donde la pieza se vende a un precio razonable para que el joven o estudiante que venga tenga una pieza del artista en turno. Tenemos la fortuna de que quienes han participado aquí han sido personas reconocidas; estoy esperando con ansia que los jóvenes se acerquen para participar en un taller, además no es solamente gráfica lo que es Taller en Vida, es para alguien que quiera y sepa dibujar para que luego pueda hacer una serigrafía. Ha sido un éxito, se ha oído muchísimo y no sabía a donde iba a llegar pero este es un proyecto en el que nos divertimos todos.

3. ¿Cuál es el mayor reto o diferencia que has notado al imprimir un cartel con fines informativos a uno más artístico?

 El cartel informativo me tocó que seguía siendo artístico porque la gente los diseñaba con un fin creativo. Pero la diferencia que veo es que pasa la modernidad del diseño, aparecen ilustradores conocidos y la gente comienza a imitar un poco, además con la herramienta de la computadora que ayuda a hacer ese tipo de ilustraciones. Sigue habiendo cartel informativo sólo que con un diseño diferente, un cartel con texto que informa que sólo se pega y muy difícilmente se venden. Más bien cuando un cartel es artístico e informa, la gente lo suele tomar y llevárselo; la ilustración ahora es vendible, ahora el diseño es más joven.

4. ¿Cómo fue el acercamiento con artistas como News, Smithe, Dhear, etc?

Ellos se acercaron a un proyecto de Taller en Vida. La oportunidad que dio el taller fue que ellos mismos se acercaran, ya que se volvió una manera de difundirse. Yo no necesito ver el trabajo de nadie para  decidir qué es lo que se imprime y que no, eso los atrajo más porque yo permito la entrada al taller a quien quiera participar, no importando como sean, yo no invito a la gente, la gente tiene que venir aquí y ser valiente para participar en el taller.

5. ¿Cuál es uno de sus aspectos favoritos sobre su trabajo?

A mí me apasiona la serigrafía y el trabajo de los diseñadores, pintores etc, a mí me encanta interpretarlos. Me gusta “manosear” el trabajo en el sentido de que me gusta tener un contacto con ellos y tener una relación fija con la gente que se emociona con mi trabajo (al igual que yo con el suyo). Lo que más me gusta es la satisfacción de un trabajo perfecto que aseguro por los años que tengo dentro del oficio. También el hecho de que estamos levantando la gráfica mexicana a través de estos talleres, no sólo yo sino todos los impresores del país como Señor Jalapeño o algunos otros que están en zonas como Oaxaca. Hay diversidad de diseño y de trabajo y esto es el alma que da este país.

6. Dado que su taller es uno de los más antiguos de la ciudad, ¿Cómo ha manejado usted la introducción de la tecnología a este oficio?  

Es un cambio importante y muy bueno. A mí me tocó ver maestros hacer el trabajo a mano y era emocionante hacer los positivos con una cámara de fotolitos, cuando posteriormente aparece la computadora la gente no le gusta pero es una herramienta que sirve y funciona, y la gente que diseña también sabe hacer cosas manuales. Esa transición para mi es emocionante, tenía que darse. Aunque mucha gente está descontenta, ese cambio ayuda para hacer cosas más rápido. Aunque me gusta el proceso artesanal y me haya costado este cambio, ahora el tiempo de producción se reduce y eso es muy bueno. Me parece formidable esa transición.

7. ¿Cómo es su experiencia al venir al taller todos los días?

Yo siempre vengo emocionado con ganas de trabajar, afortunadamente tengo trabajo diario diferente y me emociona, yo no hubiera podido ser un serigrafísta el cual nada más haga un producto que una empresa importante pague y esté haciéndolo todo el año. Es una alegría trabajar en esto por que conozco a gente diferente y sigo teniendo amigos de la vieja vanguardia. No me gusta decirle trabajadores a mis amigos pero todos participamos y preparamos las cosas. Me hubiera gustado que esta difusión se hubiera dado antes para poder ayudar más a la gráfica mexicana.

8. ¿Qué es lo que sigue para 75º Color y Taller en Vida?

Me gusta acompañarlos a ustedes con mi trabajo de impresión. No sé donde va a llegar Taller en Vida ó 75º Color, es mi trabajo diario y hasta donde llegue estará bien. Uno no lo sabe, es el espacio donde vengo trabajar todos los días. No sé a donde vayan a llegar ambos proyectos, lo único que sé es que aunque yo quería terminarlo no puedo por que ahora formo parte de este asunto y la gente se ha emocionado. Y mientras la gente lo pida  yo seguiré con el.


Cortesía: 
the city loves you.






































Jorge Armando Ortega del Campo
(Durango, Dgo. 1980)

Diseñador gráfico, artista visual, museógrafo y curador.
Licenciado en diseño gráfico por la Universidad de Guanajuato con maestría en la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona.

Ha desempeñado diversos cargos de gestión y promoción cultural en instituciones como la Dirección General de Publicaciones de Conaculta, el Centro Cultural San Carlos de la UNAM, el Centro Cultural del México Contemporáneo, elIMAC de Durango y la Universidad de Guanajuato. Ha trabajado con el Festival Internacional Cervantino en proyectos específicos. Es beneficiario del PECDA en la categoría creadores con trayectoria en 2011 y en la categoría de jóvenes creadores en sus emisiones 2008 y 2006 en el estado de Durango; obtiene el mismo estímulo en el estado de Guanajuato en 2003. Le es otorgado el Premio Municipal de la Juventud Sahuatoba 2007 en el área de arte y cultura en Durango, Dgo., y en 2006, en Durango, el Premio Estatal de la Juventud en el área de actividades artísticas. Ha impartido junto a Bárbara Perea y Adriana de Carvalho las últimas dos ediciones del taller de curaduría y museografia del Centro Cultural Border. Cuenta en su trayectoria con más de 40 exposiciones colectivas y 10 individuales de su obra como artista plástico en varias ciudades de México, España, Estados Unidos, Canadá y Francia.Pertenece al colectivo Las muertas / Proyectos Espaciales.