Archipiélago
Miguel Ángel García Padilla
Curador:
Leonardo Ramírez
Del 15 de mayo al 20 de
julio de 2014
Galería
Jesús Gallardo
Planta
baja, planta alta y sala blanco y negro
Pedro
Moreno 202,
esquina
Hermanos Aldama
León,
Guanajuato
México.
Horario
de atención al público:
de
Martes a Sábado de 10:00 a 20:00 hrs.
Domingo
de 11:00 a 20:00 hrs.
ARCHIPIÉLAGO
Después de
varios años de investigación y producción, Miguel Ángel García Padilla (León,
Guanajuato,1955) nos presenta en su más reciente exposición; Archipiélago, una serie de construcciones
simbólicas que nos hacen reflexionar en torno a la capacidad creadora, el
perfeccionamiento de las ideas y la concreción de líneas de investigación que
tienen como consecuencia una de las más importantes producciones plásticas de
la última década en el bajío mexicano. Siguiendo de manera reiterada y obsesiva
ciertas ideas, nociones y procesos creativos que el artista ha podido perfeccionar.
Con varias
ideas circulando constantemente en su trabajo, el artista asume desde la
concepción del proyecto Archipiélago, una serie de planteamientos formales, que
demandaron del artista extenuantes jornadas creativas y físicas, desarrolladas a partir de ideas que abordan
la naturaleza- una muy particular para el -, espacios interiores (nacidos de
sus pesadillas e ilusiones nocturnas), geometría, y extensos paisajes mentales,
así como las insistentes acometidas a los materiales que abordó una y otra vez,
logrando que su trabajo desarrollara un mecanismo en constante ebullición, una
especie de sintaxis personal que se ha perfeccionado y que ha crecido de manera
exponencial.
En
archipiélago, el artista genera núcleos temáticos de obra que se van uniendo
por un rizoma invisible, solo captado a partir de una visualidad totalizadora
que hace que comprendamos sutilmente la manera en la que se construyeron los cimientos
de una y de otra obra, encontrando en cada pieza un extraño deja vú, que fortalece los cimientos de
este Brave new world. Es por esta
razón que bajo el título Archipiélago el artista plantea una serie de líneas
discusivas en torno a la construcción de una suerte de fantástica terra nova, construida desde sus microorganismos hasta la
descripción detallada de ciertos
espacios que nos hacen adivinar una tierra lejana, llena de agua,
cultivos de arroz, piedras doradas, musgos y flora nebulosas, regiones exóticas y paisajes negrérrimos,
desarrollando un extraordinario cuerpo de obra que abarca, dibujo, instalación,
escultura, tapices, esculturas blandas y pintura, en una muestra que se exhibe
desde una modesta gama cromática.
En
archipiélago Miguel Ángel García Padilla se aventura a desarrollar líneas de
trabajo hasta la obsesión a partir de sus siempre cercanos compañeros de viaje,
sus cuadernos de apuntes; herramientas de las que se ha valido desde el inicio
de su producción profesional como artista y diseñador para explicar (se) sus
procesos artísticos en una fantástica progresión de sustratos. Sus reiteradas
versiones de dibujos, esculturas o
instalaciones así lo demuestran.
Los invitamos a adentrarse a tientas en un mundo oscuro, atemporal, que funda una
realidad dentro de otra realidad, que descubre una civilización perdida , muerta y viva en partes iguales, en extraña
efervescencia y completamente
entrañable.
Bienvenidos.
Leonardo Ramírez
Abril de 2014.
Archipiélago,
de
Miguel Ángel García Padilla
Piedras
del río. Una cruz de madera y carbón
oscuro. Tres piedras amarradas con hilos
de oro. La roca gris, metáfora del paisaje subterráneo. El corazón de piedra roja atravesado por
dardos de carrizo. La lluvia como una
partitura de gotas doradas que destellan en la oscuridad de la anoche. El archipiélago de sensaciones naturales que
remiten a la mar de un desierto milenario.
Miguel Angel García Padilla tiene el don del
rey midas; todo la materia que toca se transforma en poesía
de luz y sombra. La historia de su creación se inicia hace algunas décadas con una
experiencia vivencial. Siendo apenas un muchacho que acostumbraba trabajar en el campo, en medio
de parajes yermos, habitados por
nopales, comía de sus tunas; sus manos impregnadas del color rojizo de la carne
de la tuna lavaba sobre las lajas del arroyo.
Por la noche, con el sonido metálico de los grillos Miguel se bañaba con el agua de luna.
Desde entonces su sensibilidad quedó ligada a la tierra. Por la mañana cuando el sol rompía con
sus rayos anaranjados el horizonte azul de la aurora, lo primero que su pies
tocaban era la piel de la tierra negra apisonada.
Miguel
Ángel entabló una relación sensible con la naturaleza antes de aprender a
nombrar los arbustos silvestres y los troncos de árboles petrificados. Nogales, acacias, sabinos y laureles le entregaron los secretos
ocultos bajo su corteza. Yerbas de olor, la salvia, el romero, la albahaca le ofrecían sus
extractos con el movimiento del viento,
y flores de jazmín salían a su
paso para obsequiarle sus colores. Él recolectaba y convertía sus dóciles tallos en macizos multicolores que
contrastaban con el negro profundo de la
obsidiana, la verde y curativa malaquita y el alabastro traslúcido y la cantera
rosa constituían las lenguas silenciosas del desierto que le transmitían su
misterioso hablar. El artista
aprendió de ellas las palabras y escribió
con ellas sus primeros versos dedicados a la tierra.
Con la música del viento y el
ritmo de las aguas compuso canciones que arrullaban el silencioso descenso del
sol sobre el horizonte. Las vivencias
de Miguel Ángel García son el origen y destino de su extenso y múltiple cuerpo
de obra. Su trabajo encuentra en la
escultura, la arquitectura, el interiorismo y el dibujo los medios para expresar su profundo respeto
y amor por la Naturaleza.
La
poesía de los materiales.
La
obra de este singular artista se mueve entre dos polos: el caos, que él llama el orden de Dios, y la libertad, en
la que el reconoce las posibilidades de la creación. La creatividad le ha dado la autonomía necesaria para dar a los materiales naturales
una expresividad propia, respetando su forma y textura, y dotándolos de acentos
con metales y hoja de oro, que envuelven
las ricas y evocativas esculturas.
Las obras de M.A. nos llevan de regreso a lo
natural con la gentileza de una piedra que rueda en el río llevada
por el agua. En esta obra podría
hablarse de una herencia bien asimilada del llamado Arte pobre (Arte povera)
que descubre en la sencillez de la naturaleza
su razón de ser. El objetivo estético de
este arte es detener nuestra percepción para provocar una reflexión sobre la
materia y la presencia de la materia viva en nuestro entorno. Este es el motivo por el cual su trabajo
profesional como interiorista le ha llevado a trasladar la belleza y sencillez,
la sobriedad y la presencia de la
naturaleza, a ricos ambientes
arquitectónicos, jardines que evocan el prodigio natural combinando los
elementos más comunes: el agua, la roca, la madera y la luz.
En
la exposición Archipiélagos se observa de manera extensa el camino de la
creatividad del artista. Parte de los
paisajes oscuros, formados por cerros y montes que recortan el horizonte con
sus afiladas aristas. Continúan con las
centellas doradas que anuncian la lluvia con sus truenos, deriva al perfecto
secreto de las formas del huevo de avestruz, transformado en pétrea escultura,
y nos lleva de regreso al paisaje que yace en el fondo de las fuentes naturales
de agua, como lajas incrustadas en estructuras de hierro, formando pilares y
prismas irregulares, que ascienden hasta formar una barra en la cual descansar
la mirada. La narración del diseño de
la museografía ha sido clara y específica, rodeando cada conjunto de luz o
sombra, de acuerdo a las necesidades expresivas marcadas por la obra.
El
arte como forma de vida, auspiciado por
la invención del hombre y el trabajo de la naturaleza. La magia de los
materiales que encierran los secretos de
millones de años de evolución. Son ideas que amparan la creatividad del artista
que no hace más que subrayar con sus líneas y composiciones áureas lo que la madre naturaleza le ha dado, o le
ha permitido encontrar en su seno. Entrar
a las instalaciones y a los diseños de Miguel Ángel García es una ocasión para
recuperar la diga majestuosidad de lo natural en todo su rudimento. No es necesario dotar al material de forma,
antes bien, hay que encontrar en su contingencia los elementos artísticos que son descubiertos o develados
por el artista. Nuestro artista, ha
seguido al pie de la letra la enseñanza de Miguel
Ángel
Buonarotti: la forma artística surge por sí sola cuando el artista con su mano
retira convenientemente fragmentos del material que encierran la forma. El arte no es una suma, sino una substracción
de formas.
Mirar
esas rocas, piel de la tierra, es volver al camino de sombras guiados
por la luna que arroja luz de plata
sobre la superficie del agua. Los pequeños pedazos de roca tallada, las palabras le han dejado la experiencia
grabada en el cascaron de un huevo de avestruz.
Una cinta de oro recorre el contorno infinito del huevo, regalo de
Pascua que anuncia el paso de un ciclo a otro,
recordatorio de nuestra
fragilidad, símbolo ciclo de la vida y nuestra
única morada.
Un
dibujo, un árbol: la arquitectura del deseo.
Los
múltiples recorridos de Miguel Ángel García por los diferentes entornos
ecológicos que lo han envuelto a lo largo de su vida, lo llevan a plantearse la impostergable
necesidad de hacer un llamado, en tono de canto y de elegía, a los
seres humanos a reconocer la belleza del
mundo natural. Cada elemento natural que incorpora a su
producción le permite revelar los orígenes de la experiencia artística: el
momento en que el hombre descubrió que tenía la conciencia y la habilidad para
reconocer elementos específicos en su
entorno y transformarlos en amuletos, talismanes, signos de sabiduría y trascendencia. El oficio del dibujante, las técnicas
depuradas y los soportes estructurales empleados nos proporciona una
oportunidad para meditar sobre esas fuerzas psíquicas que asociamos con los
objetos orgánicos y que se convierten en morada de la memoria.
Los
dibujos realizados sobre el cascarón de huevo de avestruz tienen la impronta tranquila del pensamiento zen: la apertura
hacia el mundo dejando que la voluntad desaparezca a través de la contemplación. Cada
dibujo está formado por unas pocas líneas geométricas que crean inéditas constelaciones zodiacales sobre el
espacio cóncavo del universo. A través
del esgrafiado que deja una línea blanca sobre el fondo negro, el artista logra transportar al espectador a
la noche del universo. Las oscuras formas ovoides nos devuelven la certeza de
que existe un orden superior que anima a
todo lo que existe.
Los
planos negros, espejos oscuros que reflejan la noche, son cartografías estelares amarradas, lagunas obtusas de madera usadas en la construcción de un universo que se antoja
a momentos finito y abarcable. Cada laja envuelta por fajas de oro es un pequeño fragmento del
espacio sideral que arrojó un aerolito, piedra de imagen incandescente,
durante una lluvia de estrellas, que al
chocar con la atmósfera se transforma en un penacho de luz dorada. Lo imperecedero de estas formas basálticas contrasta con la maleabilidad caprichosa y
contingente del barro, originario de
Oaxaca y Zacatecas, en el que el artista
moldea formas que son el centro del torbellino, ese corazón que
encierra la emoción y la energía del propio cuerpo.
Epilogo
Algunos hombres sabios esperan la llegada de una señal divina
en los astros de la noche; los creadores lúdicos encuentran su espíritu en la veta de la
madera, el ovillo de lana, o en la piel
bronceada del barro crudo. Cualquier materia en manos de Miguel Ángel hará que
las cosas vuelvan a la memoria y los recuerdos se mezclen entre sí con el tiempo. Todo sucederá –afirma su
obra- si le damos el tiempo a la obras para que lo invisible se haga tan
verosímil como la espuma del mar.
El
reflejo de la rama dorada, de los
helechos secos flotando en el río negro. La luz amarilla que se filtra entre las ramas del
abedul, y la lluvia no deja de caer sobre el piso con su sonido dulce lleno ritmo
son las pulsiones que animan las esculturas y pinturas de este artista. Sus historias no son narrativas, son homenajes a la fuerza de las alas del colibrí detenido en el espacio y a la resistencia de una telaraña que se
agita con el viento mientras amarra dos estacas enterradas en la tierra.
La
historia de la creación de Miguel Ángel no termina en esos paisajes negros de
horizontes dorados, de la misma manera que la vida de la madera no acaba en la
mesa del carpintero. La poesía inerte
de las piedras queda detenida en su silencio. Las aguas y el fuego
volcánico están impresas en la superficie de la roca, son memoria del magma en constante
ebullición. Y las gotas de lluvia quedan suspendidas sobre
la superficie áurea, traspasadas por la luz. El pájaro vuela encerrada en una constelación
ovoide.
En
cada forma el sueño del artista y de sus
experiencias están envueltas por la evocación de la sombra oscura del nogal, la visión de nidos en los nudos de la madera, y el
viento oscuro que levanta la superficie de las aguas del río para convertirlas
en fino textil ondulado.
La obra de Miguel Ángel es una elegía de los
archipiélagos de pequeñas islas de la memoria
que forman el continente de su obra.
Escuchemos las texturas, observemos los sonidos del rayo que desgarra la
noche con su luz, aprendamos a ver el sonido de la tiniebla, toquemos los
latidos de la tierra, porque de todo esto está
hecho el arte.
J.M.
Springer
Coordinación de Artes Visuales CAVI
Leonardo Ramírez
Coordinador General y curador de la exposición
Irazú Páramo
Asistente curatorial y logística
Gisela Rojas Ponce
Administración y relaciones Públicas
Edmundo Castro y Leonardo Ramírez
Diseño y producción Museográfica
Armando Anaya y Carlos Martínez
Producción y montaje
María Esther Jaime
Registro y control de obra
Esta exposición se ha llevado a cabo gracias a la
generosa colaboración de:
Mauricio Vázquez González
José Manuel Springer
Baudelio Lara
Andrés Govela
JuanJo Cabello
Cecilia Díaz
Karina Esparza
Jorge Armando Ortega
Lupe , Luis y Genaro.
Miguel Ángel
García Padilla
(León, Guanajuato, 1955)
Licenciado en Diseño Industrial
ULSA, León, Guanajuato.
Licenciado en Diseño de interiores
Universidad de Guanajuato
Estudiante de intercambio en Diseño
Industrial en la UNAM
y diseño Ambiental en la Universidad Autónoma de
Guadalajara.
El trabajo de Miguel Ángel García
Padilla se desarrolla en varias disciplinas artísticas, desde 1970 ha realizado
más de 320 proyectos de arquitectura, arquitectura de paisaje, land art e interiorismo, coleccionista
de arte, anticuario y artista visual. Su obra se ve influida por todas estas
disciplinas afines. García Padilla realiza proyectos partiendo de los estímulos
que se generan de la utilización de espacios o materiales con los que se
relaciona.
Colabora como articulista y crítico de
diseño interior, jardinería y arquitectura en varias publicaciones periódicas y
ha participado como jurado en varios premios de diseño estatal. Actualmente es consejero en varias
Instituciones culturales en la ciudad de León, Guanajuato.
SELECCIÓN DE EXPOSICIONES:
2014 / Control de territorios no soy el enemigo / Kunsthaus Santa Fe / GIFF / San Miguel de Allende Guanajuato,
2013 / Mañana fue ayer, testimonios arqueológicos del futuro / Galería Jesús Gallardo / Festival Internacional de Arte Contemporáneo/ León, Guanajuato.
2013 / El ombligo de la casa / Mi museo, Universidad De Lasalle Bajío/
León, Guanajuato.
2013 / Puntos suspensivos, patrones para entender lo que sigue / Centro de
las Artes de Guanajuato, Salamanca Guanajuato y galería Jesús Gallardo/ León,
Guanajuato.
2012 / Todo lo que puedas comer por 9.99 / galería Jesús Gallardo/ León,
Guanajuato.
2012 / De aquí, de aquí de toda la vida /galería Jesús Gallardo/ León,
Guanajuato/ León, Guanajuato.
2011 / Standby… Todo lo congelado se desvanece en el aire / Galería Eloísa Jiménez / León, Guanajuato.
2011 / Almacén Devocional / Galería casa de las Monas / León, Guanajuato.
2011 / Leche, muerte y monstruos marinos
/ La tenería / León, Guanajuato.
2011 / Ultrasweet, azúcar y cosas de niños / exposición colectiva galería
Jesús Gallardo / León Guanajuato.
2010 / Tan simple como esto / exposición colectiva de arte contemporáneo /
galería Jesús Gallardo, León Guanajuato.
2010 / Insignias mutadas / exposición individual de joyería contemporánea
y esculturas móviles / galería Jesús Gallardo, León Guanajuato.
2009 / Generación espontánea / galería casa de las monas / León
Guanajuato.
2009 / Exquisite doll kit / galería Jesús Gallardo / León Guanajuato.
2006 / Viento II / ensambles poemas y dibujos /Instituto de Cultura de Durango.
2005/ Viento / ensambles poemas y dibujos /Casa de la Cultura de
Guanajuato.
2002 / Doble interior visite la casa muestra / arte y muebles de diseño /
Galería Arte 3 / León Guanajuato
1974 /Pintura reciente / UBAC, León Guanajuato.